Nos escribe Luna Esperanzada…con señales de vida, en una fecha especial,
para superar el cúmulo de preguntas que rondan su cabeza…
Quién determina si es el final? La gente tiende a utilizar esta
expresión como sinónimo de fatalidad, de tristeza, o como preludio de lo que no
fue. Entonces, será más apropiado decir ahora?.
Ahora, entonces, de qué echar mano, de qué asirse… la caída es
inminente. Lo que se debe entonces es preparar la caída, encontrar la
protección adecuada…no siempre el paracaídas es bueno; a lo mejor es una cama
de flores lo que haga falta para amortiguar el golpe.
De todas maneras un golpe duele per se. Como en todas las cosas, puede
resultar algo bueno; no en vano hay cientos de expresiones en todas las
culturas que así lo indican. Tal vez es pertinente recordar la Hindú: "Lo
que sucede es la única cosa que pudo haber sucedido"…es mejor mirar
atrás con tranquilidad, solo como referencia de aprendizaje, porque es inútil
sufrir por algo que no podemos cambiar.
El presente, el eterno presente en el que habitamos y no vivimos, por añorar
el pasado y esperar el futuro que no existe, nos llama la atención, nos envía
señales que desoímos, insistimos en complicar nuestra corta estancia en esta
vida.
Qué cosa maravillosa es nuestra cabeza, tantas conexiones, tanta
energía, tantos pensamientos y todos malgastados en la fatalidad. A quién
culpar? Por qué no debe ser nuestra, no parece posible que uno mismo sea
un infierno y de ser así, qué cosa puede impedir que lo convirtamos en un
Paraíso?
Aparentemente todo depende de nosotros mismos....
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