Las pruebas son necesarias para
que decidas, en aras de la presunción de mi inocencia.
Se decretarán en los términos
señalados, de manera proporcional a mis procesos, en intervención del tuyo,
para que esclarezcas mis sanas pretensiones y como juez determines el hecho
tangible, la obra natural, las causas notorias, mis afirmaciones, negaciones
inacabadas...indefinidas.
La formalidad y la legitimidad,
no son violatorias de tus derechos y garantías.
Sitúate como el investigador
conducente; permíteme el contrato directo, el conocimiento derivado.
Si los acontecimientos no te han
permitido verbalizar la idea, reabre esta prueba, en el oficio de mis certezas,
en mis privilegios congruentes y conducentes a la sonrisa cómplice del después.
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