Instrucciones para el juego de las exprisioneras

Agobia sentir que el control se nos sale de las manos, incluso el de las situaciones del absurdo.  Cuestionamos la forma de proceder.  Respirar no funciona, ni acercarnos al positivo y tranquilizante escenario que nos caracteriza.

Es hormonalmente extraño y pasa tan rápido como llega.  Entre tanto, algo tenemos que hacer para que la rabia no nos consuma; promover un movimiento interno y creativo que nos acerque a las lobas, tan condenadas socialmente.

Y es la primavera, el instante perfecto para actuar.  Se inicia el despertar, el periodo de floración, la estación que todo lo renueva.  Termina el frío y comienzan los días al aire libre.  Reaparece el color, como en la Rosa Meditativa que hace parte de nuestra portada…el mensaje de amor que nos dejó Salvador Dalí para recordarnos que en ese desangre, también hay posibilidades de crear.

Si se fijan, la rosa asciende, y en el horizonte está el resplandecer del sol.  Allí apuntaremos: al cielo intenso, al Misticismo Nuclear que nos propuso el artista. 

Será sencillo, mujeres.  Perseguir esa luz y encontrarnos tiene que ver con hablar, respirar…nada de desfallecer.  Transformar ese silencio mundano y generalizado, en conexiones, historias, sensaciones, letras o arte. 

CREO QUE ES MEJOR FANTASEAR QUE ESPERAR…aquí podemos ser inapropiadas y libres.  No habrá cuestionamientos, porque dejaremos de ser prisioneras.

Escriban…rayen lo que se les venga a la cabeza.  Comenten…y vendrá el siguiente paso…hablar de las lobas.